miércoles, 8 de mayo de 2013

La Pena Capital

El derecho a la vida viene recogido en el artículo 15 de la Constitución Española, el cual establece que Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra (la ley penal militar también tiene abolida la pena de muerte en la actualidad).
El derecho a la vida es el bien jurídico superior de nuestro ordenamiento jurídico, sin embargo no siempre ha sido así, y la vida no siempre ha tenido ese valor supremo que le otorgamos en la actualidad.
Desde el principio de los tiempos del ser humano, hasta la transición democrática en nuestro país, la vida podía ser institucionalmente eliminada, bien por puro ocio o divertimento,(piénsese en los combates de gladiadores del antiguo imperio romano) o bien como respuesta de la justicia a la comisión de determinados delitos (piénsese en el garrote vil).
photo credit: federag via photopin cc 
Es evidente que la evolución natural del ser humano es ir protegiendo este bien jurídico, no solo a través de la abolición de la pena de muerte de forma institucional, sino también a través de la seguridad, la educación, y la erradicación de la marginalidad y la pobreza; pues en muchos casos no es el estado el que arrebata la vida, si no el particular.

Muchos países todavía tienen instaurada la pena de muerte en su legislación, incluso países económicamente avanzados que gozan de muchísimas libertades y derechos civiles. ¿Cuál es la finalidad de la pena capital que  todavía pervive en esos estados?… ¿la corrección y la intimidación?, ¿Eliminar de la sociedad a un individuo socialmente indeseable?

A parte de considerarlo personalmente como un retraso humano y social, en muchas ocasiones  se ha ejecutado a personas que luego, con el paso de los años han sido declaradas inocentes ante la aparición de nuevas pruebas. Que yo sepa el personaje del doctor Víctor Frankenstein es un personaje de ficción, entonces… ¿Cómo se devuelve la vida al inocente ejecutado?... Por eso, y solo por eso, la pena de muerte no debería existir.
photo credit: C. Elle via photopin cc
Dicho esto, todavía hay gente en nuestro país que aboga por restaurar la pena capital para determinados casos y delitos, y sobre todo en aquellos supuestos en los que la gente tiene la sensación de que el acusado se está burlando de la justicia, de la víctima y sus familiares, o de todos los Españoles; es en estos supuestos donde el ciudadano saca su violencia más emocional, y es ahí donde el estado debe, a través de los mecanismos de que dispone, impedir la hoguera en la plaza del pueblo; impedir que volvamos a la incivilización y la barbarie.
Ya lo decía Karl Marx, (Personaje con el que, por cierto, no guardo mucha afinidad, aunque en este caso creo que no se equivocaba)”Para defender la pena de muerte se suele presentar ésta como un medio de corrección e intimidación. Pero la historia y la estadística prueban plenamente que desde Caín el mundo jamás se ha corregido o intimidado por el castigo. ¡Miserable sociedad ésta que no ha encontrado otro medio de defenderse que el verdugo, y que proclama su propia brutalidad como una ley eterna! (…)

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